En Xoxot nos orgullecemos de trabajar con madera recuperada: puntas, ramas, tocones, madera con desperfectos, hoyos y plagas. Siempre buscamos uso a cualquier pedazo de madera por pequeño que sea.
Cuando nos hicieron llegar un increíble tronco de madera de granadillo, largo, recto y – aparentemente – perfecto, no podíamos evitar preguntarnos ¿qué hacía ahí? ¿Porqué no se lo llevaron los taladores? Para nuestra sorpresa, no tenía corazón; no tenía centro. Durante varios meses pareció ser inútil y lo dejamos ahí, esperando.
Fue hasta que se nos ocurrió sacarle una rebanada que descubrimos el tesoro que teníamos entre manos. El tronco no tenía corazón porque habia sido comido por una plaga de gusano que se lleva la parte más tierna de la madera. Por lo mismo, el interior del tronco estaba lleno de garigoles y recovecos que jamás podríamos replicar nosotros. Estaba diseñado por la naturaleza misma.
Optamos por pulirlo y dejarlo ser, una pieza perfecta y desperfecta. Útil solo para el ojo al apreciar su belleza. Así inició esta colección. Esta plaga es muy común en la reserva en la que trabajamos, y encontrar troncos huecos que normalmente se llevarían a la leña pasó de ser una decepción a ser una oportunidad para la creación de piezas increíbles. La primera edición de Flora se presenta ahora en Casa Palacio Antara; y sus siguientes versiones están aquí para ser presentadas.
